Hoy dedicamos estas líneas para honrar la memoria de Daniel Alejandro Giménez, quien en vida fue, no solo un miembro fundador de nuestra asociación, sino también una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad como institución.
Su partida nos dejó un vacío difícil de llenar, pero también una herencia invaluable que perdurará en el tiempo. Daniel fue mucho más que un co-fundador; fue un visionario que supo trazar los primeros pasos de lo que hoy somos como organización.
Desde el inicio, dedicó su tiempo, esfuerzo y pasión al crecimiento de este proyecto colectivo. Su compromiso con nuestra misión y sus ideales siempre fueron una guía clara para todos nosotros. Su capacidad para motivar a los demás fueron fundamentales para el éxito de nuestra asociación.
Sin embargo, su aporte no solo se midió en acciones, sino también en su calidad humana. Daniel era una persona excepcional, con un don único para conectarse con quienes lo rodeaban. Su espíritu compañero se reflejaba en su capacidad para tender una mano amiga, escuchar con empatía y contagiar entusiasmo en cada reunión y en cada proyecto.
Gracias a su dedicación y su visión, nuestra asociación cuenta hoy con sólidos cimientos que nos permiten mirar al futuro con esperanza. Daniel fue, es y será siempre un ejemplo de compromiso desinteresado y de amor por nuestra institución.
Desde nuestra asociación, expresamos nuestra profunda gratitud por todo lo que nos brindó. Recordaremos a Daniel no solo como compañero, sino como un amigo que nos inspiró a dar lo mejor de nosotros mismos.
Descansa en paz, querido Daniel Alejandro Giménez. Tu legado y tu espíritu compañero vivirán siempre en nuestros corazones y en cada paso que demos como asociación
Daniel Alejandro Giménez: Compañero y Amigo
